Francisco Silva Garcés
Activista del conocimiento libre y abierto, promuevo y difundo las tecnologías libres, el acceso abierto, la ciencia abierta, los datos abiertos como parte esencial para el desarrollo humano. Con más de 15 años de trabajo con tecnologías libres, y 3 años impulsando el acceso abierto.
Principal promotor de la Red de Investigación de Conocimiento, Hardware y Software Libre (RICHSL) que se conformó en Quito (2017). Impulsor y creador de los grupos de investigación sobre Pensamiento Computacional, que lidera Medialab - Ciespal, y Ciencia Abierta; ambos de la Red de Investigación de Conocimiento, Software y Hardware Libre.
Trabajé en el diseño, coordinación e implementación de Planes de Migración a Tecnologías Libres de entidades públicas en Ecuador, para el sector Conocimiento entre 2016 y 2017.
Colaboré en el desarrollo de la política pública de tecnologías libres para el Código Orgánico de la Economía Social de los Conocimientos, Creatividad e Innovación COESCCI (2014 - 2017), norma que busca la democratización del conocimiento como base para el desarrollo.
Formación
Ingeniero en Sistemas Computacionales, por la Universidad Católica Santiago de Guayaquil (2003). Con una Maestría en Informática de Gestión y Nuevas Tecnologías (2005), un Diplomado en Pedagogía y Desarrollo del Pensamiento, en la Universidad Santa María de Chile (2011).
En Argentina obtuve los títulos y estudios: Maestría en Seguridad Informática en la Universidad de Buenos Aires (2018), Diplomado en Software Libre en la Universidad del Este de la Plata (2015). Realicé estudios en la Maestría de Defensa Nacional, en la Universidad de la Defensa de Argentina (2016).
El Software Libre en mi vida
Mi contacto con la tecnología y esa pasión ferviente por esta dicotomía digital, ceros y unos, inició con un Atari 2600, ese aparato que conectábamos a la tele con una palanca para mover muñequitos en la pantalla. Me acuerdo de Soccer, Pacman, como los más destacados. Eran videojuegos en formatos de cartuchos que se insertaban en esa caja conectada al televisor y que presentaba gráficas muy sencillas. Para ese entonces era “waawww” ... yo era fascinado, aunque nunca fui bueno jugando, pero, cómo me llamaba la atención saber cómo funcionaba, cómo se hacían esos juegos.
Mi tío, hermano de mi padre, tenía una caja parecida a estos Ataris, con la diferencia de que ese aparato tenía teclado, además de la ranurita para los cartucho ... aunque mi tío jamás tuvo un cartucho para insertar, pero me dijo “mira no tengo cartuchos pero podemos hacer esto .... “. Entonces encendió el aparto, y yo me preguntaba “de qué sirve esta cosa sin cartuchos” .. y entonces apareció un cuadradito parpadeante en la pantalla. Escribió un par de líneas, no se demoró ni un minutos, y fue suficiente para quedarme estupefacto con lo que vendría.
En la pantalla salía un mensaje "Por favor ingresa tu nombre", -pon tu nombre- me dijo, yo escribí “Francisco” ... -ahora presiona enter- me dijo. Fue cuando se hizo la magia … apareció el siguiente mensaje "Hola Francisco cómo estas" ... estaba viendo por primera vez que esa caja podía hacer cosas que uno le dijera que haga … y no al revés. Eso fue suficiente para un largo “waaaaaw”.
Pregunté .. “cómo hiciste” ... -ah, muy sencillo- dijo ... y me enseñó. Eso era el lenguaje de programación BASIC ... el aparato era una Radio Shack Color Computer 2 ... era un computador, el primer computador que tuve en mis manos. Luego de un tiempo me regaló un computador un poco más grande, tenía un par de disqueteras 5 1/4” y una pantalla monocromática que le podía ver los pixeles y contárselos ... era una Radio Shack TRS-80 Modelo III con 64 kb de memoria. y un sistema operativo parecido al DOS, modo texto, el TRS-DOS. Tenía un procesador de palabras llamado Scripts, una hoja de cálculo llamada ViciCalc de hecho la primera hoja de cálculo del mundo, y un programa gestor de bases de datos llamado Profile, entre otros.
Esta computadora también tenía BASIC entonces jugaba con eso, luego un día mi tío me entregó un programa, llamado General Layer para llevar la contabilidad, lo cual no entendía nada. No sé si pretendía que a mis 12 años le llevara la contabilidad ... pero me llamó la atención una pantalla en la que decía .. “ingrese el número de la cuenta”. Notaba que sólo me permitía ingresar números, sólo número y no letras ni espacio ni cualquier otro tipo de caracteres ... ese detalle dejó otro largo “waaaww” disparando mi curiosidad ... “cómo hace eso” fue mi interrogante … es más ... en esa pantalla el programa aquel no solamente que me permitía ingresar números exclusivamente, sino también una cantidad determinada de dígitos ...(otro largo waaww) ... la sentencia INPUT en BASIC me permitía ingresar lo que quiera y no me daba límite aparente.
Un día mi tío me entregó una carpeta muy bonita ... fue ahí donde la magia rebasó sus límites. ¿la carpeta era el manual de ese programa General Layer?. Lo empecé a ojear, claro con el diccionario inglés/español a lado. .. estaba todo en inglés, estaban impresas las pantallas y explicaba cómo usar el programa. Seguí ojeando, y encontré al final … un tesoro … nada más y nada menos que el código fuente. Estaba impreso todo el código.
Encontré el fragmento de código y pasó lo que debía pasar ... no entendía nada. Lo copié, lo digité en el computador tal cual, y lo ejecuté. Pensé, “¿y si elimino una línea para ver qué hace o deja de hacer, y así pruebo línea por línea?”. En ese jueguito de ensayo y error encontré la sentencia y la lógica de lo que hacía el fragmento de código. Cuando descubrí la lógica de ese fragmento de código, lo utilicé para lo que quisiera. Luego probaba sólo con letras, con tamaño distintos, 10 dígitos, 3 dígitos, etc. Había aprendido hacer eso que tanto me asombraba, y empecé a hacer programas diversos que usaran esa técnica. Ese era mi entretenimiento ... aprendí mucho con esa carpeta que había puesto mi tío en mis manos más allá de lo que él me podía enseñar, por el simple hecho de tener disponible el código fuente.
Si no hubiera tenido en mis manos ese tesoro jamás hubiera entendido lo que hacía y sobre todo cómo lo hacía. Estamos hablando de la década de 1980, el ocaso de la democratización del conocimiento, los últimos días de la posibilidad de disponer del código fuente de los programas, cuando el software había dejado de ser parte del ámbito científico para pasar al mundo comercial al igual que la misma ciencia. Era la década en que nacía el movimiento del Software Libre como una respuesta, a esa, que llamo la crisis del acceso al conocimiento.